La reciente cadena de suicidios iniciada por los trabajadores de la empresa France Telecom, nos traslada a la antigua (...) lucha de clases, en la que los sacrificios individuales se realizaban en base a los objetivos propuestos como finalidad de las reivindicaciones planteadas. Los suicidios de estos trabajadores tienen, según los expertos, una respuesta clara: su vida, tal y como la habían creado, iba a desaparecer de la noche al día por culpa de un traslado laboral, de inspiración estalinista, y no estaban preparados para hacerle frente a este cambio vital. En todo caso, Louis-Pierre Wenes tuvo una idea brillante: haría renunciar a cientos de trabajadores (no dijo de que manera renunciarían éstos) a su condición de funcionarios.
Parece ser que, en el proceso de fusiones iniciado por las operadoras de telefonía francesas, había un lastre que condicionaba los planes reformistas del citado Louis-Pierre: la mayoría de los 100.000 empleados de France Telecom tienen la condición de funcionarios, y ésto les hace inmunes a los despidos. Así pues, esta empresa telefónica (que opera con la marca comercial de Orange) tenía que afrontar la competencia con un lastre muy pesado: los funcionarios.
Los funcionarios, por su parte, antes que renunciar a su condición, comenzaron a suicidarse. Así pues, 24 trabajadores se suicidaron en tan sólo 18 meses, y algunos centenares más están de bajas laborales por depresión y otras enfermedades de índole ansiosa.
Como respuesta única, la empresa telefónica ha destituído a Louis-Pierre Wenes, y lo ha substituído por Stéphane Richard (designado hace algunos meses para suceder al presidente del grupo, Didier Lombart, en el 2011), en un claro movimiento estratégico para lavarse la cara frente a la opinión pública y justificarse ante su principal accionista: el gobierno francés.
Al final, los hechos son los que siguen: la política de traslados ha sido, tan sólo, paralizada hasta finales de año (fecha desde la que se reactivará de nuevo) y, en un vídeo difundido el pasado lunes por el diario Le Parisien, se puede ver a Didier Lombart, junto a otros directivos que le asienten, diciendo lo siguiente en una reunión interna de trabajo: "... aquellos que piensen que podrán continuar tranquilos sentados en su silla ...//... se equivocan".
¿Es el fin de las conquistas sociales?¿se ha hecho un mal uso de los derechos conseguidos? ¿hay una sola razón en este conflicto?....
Las preguntas son múltiples y variadas, pero cada uno de nosotros tiene, probablemente, más de una respuesta.
Para ser franceses, parecen muy americanos...
ResponderEliminarNo estaría mal que la empresa, en un gesto de buena voluntad, ofreciera cursos a sus empleados en materia de suicidios, tipo "cómo suicidarse sin manchar el asfalto". No sería nada desdeñable una iniciativa instalara una placa junto a las ventanas de la empresa con la inscripción: "Un buen suicidio es irrepetible".
ResponderEliminarDe la aportación de "anónimo", he de decir que, es mucho más acertada de lo que se podría pensar en un principio, pues dicha afirmación estaría en consonancia con la teoría de "Los Flujos Informacionales" (de Castells y Fukuyama), y sus fluctuaciones o sinergias (...). Buena aportación.
ResponderEliminarSu iniciativa, sr. Roc,no deja de ser más realista de lo que parece. Es pues, un prerequisito indispensable, para el funcionamiento social de las personas, la elaboración de perspectivas vitales con las que relacionarnos en un mundo construido con fuertes fundamentos simbólicos. Dichas perspectivas, nos dan una idea de futuro ficticia, pero que nos sirve para ir ajustando nuestras percepciones en función de las interacciones simbolicas acontecidas en nuestra cotidianeidad.
ResponderEliminarEn este sentido, la perspectiva vital que se habían formado los trabajadores funcionarios en France Telecom, tenía mucho que ver con unos bajos niveles de ansiedad, inexistente competencia vital y, ausencia de creatividad. De esta guisa, no pudieron asimilar un cambio tan drástico en sus vidas, algo que si podrían haber hecho, si la empresa se hubiese dedicado ha realizar una campaña progresiva de concienciación en el cambio, estimulación de la competencia, y promoción incentivada de la creatividad (en base a objetivos prefijados).
O bien, como dice usted y el sr. Didier Lombart (sin su fina ironía), dar un mensaje más claro en el que ya nadie piense que podrá seguir sentado por más tiempo, tranquilamente, en su silla.
Me parece un tema muy serio, para hacer demagogia con él. A mi me pasó un caso semejante de mobing laboral y, como no quise marchar, me fueron trasladando en puestos de trabajo (de categoría inferior a la que tenía hasta el momento) de la propia empresa, pero cobrando acorde con mi categoría profesional. Al final, acabamos en los tribunales por mobing laboral, y hace tres años que estamos de juicios y apelaciones. No veo el final de esta rocambolesca historia.
ResponderEliminarYo no se lo que dicen esos autores pero, ... americanos, ya lo decía yo. Se parece a lo de la crísis de los años veinte en Estados Unidos.
ResponderEliminarLa tele, el cine y el internet lo llevan todo a todos los sitios y claro si le gusta lo hacen igual.
Pido disculpas si la ironía del anterior comentario ha podido molestar. Me parece una práctica abominable la de dichas empresas. Solo pretendía dar a entender que: parece ciencia-ficción el hecho de que se llegue a tal control sobre la vida de las personas. Creo que estos métodos pueden darles buenos resultados a corto plazo, pero que se volverán en su contra más a la larga. Sí comparto una estrategia que potencie el uso de la creatividad en lo cotidiano, estimulando las iniciativas que se desprendan de ella. De esta forma, sueltas el lastre del "modelo funcionario" i el aletargamiento del trabajador. Como ejemplo paradigmatico (aunque muy a la americana) pongo el caso de la política empleada en google http://www.esloquehay.com/v5/2006/02/26/como-vive-un-trabajador-de-google
ResponderEliminarRespecto al caso que nos ocupa, una práctica empresarial sabandija está haciendo que la gente se arroje por la ventana, convirtiendo una perspectiva vital sin ansiedad ni creatividad en una perspectiva vital de 2 segundos.
Ex-contratado, según plantea en su aportación, su ex-empresa no se ha comportado de distinta manera a como lo ha hecho France Telecom. De aquí, que podría extrapolarse que dicha práctica empresarial, es más habitual de lo que la gente cree. En su caso, la única diferéncia entre su empresa y la comentada en mi artículo, es que su empresa no tenía una extensión territorial tan ámplia, ni se le podía aplicar el regímen laboral específico de los funcionarios. Por lo demás, el acoso moral y el maltrato psicológico hacia su persona parecen responder a una estrategia prefijada a nivel de directivas. Si le sirve de ayuda podría consultar las publicaciones siguientes:
ResponderEliminar- Marie-France Hirigoyen (2001)."El acoso moral
en el trabajo". Editorial Paidós: Barcelona.
- Iñaki Piñuel y Zabala (2001). "MOBBING. Cómo
sobrevivir al acoso psicológico en el
trabajo". Editorial Sal Terrae: Santander.
Ánonimo. Creo que tienes una opinión preformada de como tomámos decisiones en la vida. Tu opinión, se encuentra englobada en lo que se conoce como teorías del "Modelaje Social" (Bandura, sería un abanderado de las mismas), en las que se explicaría el comportamiento humano, como una seriación de copias impresas sobre una tabla rasa, y cuya acumulación e interrelación nos configurarían tal y como somos. En todo caso, este planteamiento neo-conductista no difiere tanto de otros postulados teóricos. La diferencia se encuentra en como se explica el hecho. Lo narrado, en función de unas u otras creéncias, nos aleja o nos acerca, pero no cambia los hechos. En mi opinión, la síntesis que haces de la noticia intenta tranquilizar tus expectativas de lejanía o cercanía del hecho narrado, a fín de salvaguardar tu "realidad". Gracias por tu aportación.
ResponderEliminarEn primer lugar, espero sr. Roc que siga manteniendo su fina ironía, pues ella nos aleja de aquello que pensamos como cierto. Y, al alejarnos, nos permite esa sana distancia necesaria para henchir de aire fresco esos pulmones a los que le solemos dar menos aire del que podrían disfrutar.
ResponderEliminarPor lo que respecta al contenido de su segunda aportación, no puedo compartir su lapidaria conclusión final, ya que la desgraciada resolución postuma adoptada por un grupo de personas fente a una situación estresante, nos debería abrir una nueva puerta hacia un proceso de metareflexión social. En dicho proceso, sería conveniente poder estimar los riesgos sociales de un cambio que, apuntando gruesamente, está soscabando los pilares del estado del bienestar que hemos conocido en occidente hasta el momento. Las preguntas que me povocan dichos cambios serían del tipo:
¿hacia dónde se dirígen los cambios sociales?
¿por qué no hay respuesta social a ellos?
¿se ha instalado como estructura el
"narcisismo social"?
¿se están deteriorando/adaptando nuestras
funciones cognitivas, a nuestra incapacidad
manifiesta de ejercicio libre de la volición?
¿tendría razón Michael Foucault en su obra
"Vigilar y castigar"?
Es una pena. Yo creo que son pobres de mente, pues por un empleo yo no me suicidaría. La vida la tienes y, antes o después, uno se puede buscar otro trabajo. Hay que ser un luchador y no desmoronarse porque la vida sigue.
ResponderEliminarSi les permitímos que nos manejen, dejaremos de ser personas para pasar a ser sus juguetes (hasta que nos rompan). Hay que luchar, hay que resistir y, hay que plantarse. No nos podemos dejar manejar de esta manera porque, sino, que nos quedará ...
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