22/11/09

Gran Hermano hasta en la sopa.

La probabilidad de que, en un futuro no muy cercano, nos convirtámos en cobayas al servició de (no se sabe bien, a ciencia cierta que centros de poder se llevarán el premio) corporaciones empresariales hipermercantilizadas, es, más bien, casi una realidad.
Dentro de poco, se nos podrá exigir que no nos separemos del patrón comportamental que se nos ha sido asignado en base a los estudios científicos realizados en cada uno de nosotros. Pero, por qué preocuparse, a nuestros hijos no les pasará igual pues ellos no tendrán la posibilidad de escoger una vida no secuestrada por la sofisticación tecnológica (...).


En todo caso, será un lugar de control deseado pues nuestro comportamiento nos está decantando, de manera bipolar, hacia lugares de transgresión y descontrol, y receptáculos de control enfermizo u obsesivo de todo aquello que nos rodea (para más información de está dinámica comportamental, consultar la obra de Lévi-Strauss: "El pensamiento salvaje").
Esta dinámica comportamental que nos arrastra invariablemente hacia paraisos del universo orwelliano (buscando un referente más actual, encontraríamos a "Matrix" en su apogeo), ya fue tratada por Durkheim en su estudio del suicidio (...).
La posibilidad de escapar de nosotros mismos, se me antoja como imposible, así que mejor que nos sentémos cómodos y asistámos, como afirma Stephen Baker en "EL PAÍS",a un escenario en el que "nos espiaremos a nosotros mismos y mandaremos informes digitales ...", ves a saber a quien y con qué finalidad.

11/11/09

Piratas en el Golfo Pérsico o teoría de la respuesta agresiva dinámica.

El constante flujo de noticias en relación con asaltos armados a buques pesqueros, de diversas nacionalidades, por parte de bandas armadas y/o grupos de piratas somalís, son un excelente ejemplo de apretura mental a la hora de valorar y/o enjuciar, de forma crítica, la moral parcial del informador y, el subjetivismo infantilóide del consumidor mediático generalista.
De esta guisa, me gustaría llegar a buen puerto y colonizar nuevos espacios de visión en las vetustas gafas de cada uno de nosotros. Pues no podemos escapar a los anclajes involuntarios que nuestras redes neurocognitivas han establecido, de manera automática y totalmente aséptica, a fín de permitirnos una movilidad adaptativa ajustada a nuestro entorno (... perceptual).
Así pues, y si tan solo existe lo que nosotros creemos que existe, y que tratamos de que nos sea corroborado por quienes percibímos que nos rodean, de los cuales, buscamos retroalimentación perceptiva continua y/o permanente, estaremos recreando una apercepción parcialista de aquello que hemos creído constatar como la (nuestra) realidad.
A la luz de la afirmación anterior, el conflicto de los supuestos piratas somalís, puede tener muchas interpretaciones (y a la vez, ninguna). Me explicaré con ejemplos de las partes principales en conflicto.
Los Somalís
Son habitantes de un país pobre, en el que pocas opciones, o casi ninguna, hay de asegurar la supervivencia individual y, alguna oportunidad más si se piensa en colectivo. En consecuéncia, y citando literalmente un artículo de Hernán Zin (para 20 minutos), podemos encontrar "entre las paradojas de la situación en Somalia, la de un amigo español que vive en Kenia, y que siempre repite: no sé de qué se quejan los pesacadores europeos, si fueron ellos los que comenzaron con este problema. Como no había guardacostas, se metían a pescar en las aguas territoriales somalíes, hasta que éstos se cansaron de ver cómo les robaban sus recursos. Hasta se tiraron residuos radioactivos en las costas de Somalia.
Este expolio llevó a que hace diez años, empresas privadas como Hart Security entrenaron a los futuros guardacostas somalíes, según informa Al Yazira. Esos guardacostas que nunca llegaron a serlo, usaron las armas y el entrenamiento para convertirse en piratas. Otra de las paradojas de esta historia es que ahora Hart se encuentra entre las compañías que negocian los rescates de quienes se encuentran secuestrados. Su comisión puede alcanzar el medio millón de euros por operación (publicado el 9-10-2009)".

Si alguno de vosotros tiene alguna duda, siempre puede recurrir a la visión de un antropólogo chileno, o a la de un extracto aséptico de la enciclopedia encarta .
En todo caso, la cuestión real de esta matéria perceptiva, sea como problema, sea como solución, no podrá subscribirse bajo ningún panteón dogmático en el que guarecerse del diluvio perceptual consiguiente.
Simplificando mucho, vendría a ser lo siguiente: el impulso orgánico nos lleva a agredir los límites de la percepción del otro. Mientras este otro, no reparó en el valor de lo expoliado, los "thiefs" se relamieron con cada pescado. Ahora, y una vez concienciado (se reajustaron las lentes de ver, gracias a unos profesionales ópticos provinientes de occidente), resulta que del pastel tomado, cada uno de los "thiefs" en su cartera ha rascado.
Lo interesante de esta história es que, fueron los propios occidentales los que enseñaron/adaptaron a algunos somalís a pensar en clave beneficio sin sacrificio.

4/11/09

Lévi-Strauss, o el recuerdo de una mente lúcida.

Parece ser que todo el mundo está tratando, ahora, de llenarse la boca con palabras grandilocuentes como tributo postumo a un génio (muchas veces denostado) que cambió la forma de ver ciertos matices vitales y plantear serias dudas sobre lo correcto.
Pues a mi me gustaría hacerlo también.
En primer lugar, he de decir que el sr. Lévi llegó a mis manos por casualidad a los 14 años. Me encontré un libro viejo (que aún hoy guardo)tirado de mala manera en el suelo. Sus tapas blandas, marrón oscuras, estaban abiertas de par en par sobre la acera, dejando reposar su denso interior sobre el frío suelo. Era una mañana de invierno, y yo había hecho "novillos" y me dedicaba a pasear sin rumbo fijo.
Aquella obra me dió el alto, y tras leerla decidí que yo sería antropólogo (como así sería años más tarde).
Con Tristes tópicos descubrí la puerta de acceso a un mundo del que no tenía ni la menor idea que existiese. Ello me planteó reflexiones más profundas, posteriormente, en relación a las posibles opciones de futuro que se les presenta a los jóvenes como elecciones de vida, como motivación para el logro, como vocación.
En todo caso, fue Manuel Delgado quien me hizo blasfemar por Lévi-Strauss (y tantos otros monstruos intelectuales), renegando así de visiones parciales anteriores e incorporando cualquier avance científico en mis gafas de ver, en mi enjuto panteón neoclásico, en mi estructural manera de acomodarme en el raído sillón de la vida.

Sin nada más que añadir,
HONOR Y RESPETO sr. Lévi.