10/5/10

Economía Global (I).

A la vista de los últimos acontecimientos y las sinergias explicativas de los mismos, considero oportuno apuntar ciertas explicaciones a los mismos y, en posteriores artículos, establecer algunas pautas que ayuden a entender las posibles derivas de posicionamientos estratégicos (a modo de prospectiva de futuro), que la mayoría de actores financieros de esta opereta de la economía global, tratará de desempeñar.


Todo empezó una mañana en la que, tras un sinfín de presiones infructuosas, los representantes económicos europeos trasladaron el objeto de sus quejas a los medios de comunicación públicos. En dicho lamento financiero, se pudieron apreciar las notas neo-liberales, de invisible factura, que se derivaban de una apreciación del Yuan (moneda oficial de China) a la baja, y de unos costos de producción irrisorios, que les permitían inundar los mercados occidentales de infinidad de productos (la mayoría de baja calidad -cuando no eran más que burdas copias-), amenazando con descompensar, primero, los balances comerciales a su favor y, segundo, romper las reglas del juego económico que todos los actores financieros habían "jurado" respetar.
El gigante chino, en principio dijo que tragaría con las ruedas de molino que le habían servido como primer plato, pero se reservó un turno de replica (en los postres) mucho más sutil de lo que ninguno de los actores del resto del reparto podía llegar a intuir.
Así pues, el axioma: "donde las dan, las toman", pasó a formar parte del guión de la opereta financiera, bajo la batuta de un nuevo (y viejo conocido en el mundo de los negocios) guionista: Tsun Tzu.
El siguiente acto, transcurrió con aparente tranquilidad y parecía que la sangre no llegaría, finalmente, al río. Pero, la geo-estrategia financiera se adueñó del tablero y los papeles de todos los actores calleron al suelo (de la realidad), traspapelándose los roles de cada interprete, y generándose un verdadero caos en el desarrollo argumental de la trama.
El arte de la guerra se hizo visible, y el sumiso osito panda se trasformó en un dragón implacable, actuando en tablero ajeno, oculto en las sombras (... chinas).



En consecuencia, la escenografía norteamericana (Wall Street) se adivinó como lo que, simplemente, era: un decorado de cartón piedra al servicio de una aleta dorsal mucho más grande, gigantesca (..., de casi 1.300 millones de personas). Y desde ese decorado, la voz de su amo se hizo sentir a través de actores secundarios: las ninfas y los faunos.
Se instauró, pues, la gran montaña rusa o, mejor dicho, el "Dragon Khan" de la "Economía Global, en la se vieron obligados a subir los señores del acero teutones arrastrados por los cantos de sirena surgidos desde las profundidades del mismísimo "Hades". Pero, en este drama coral, había un actor "dantesco" que supo esquivar (aún no se sabe si a tiempo) los desfiladeros oscuros a los que se veían expuestos, quizás por haberse dejado embaucar por las ninfas ingenuas e irreflexibas, puede que fuesen los atuendos confeccionados con la piel de toro, los que tuviesen parte de la culpa o, más bien, que fuesen esas botas, de cuero fino y desfasadas, las que mermaron su capacidad de respuesta ante el ataque de las numerosas "manadas de lobos", cuya silueta se recortaba frente a un gigantesco e inquietante "sol naciente".
Durante el "crujir de dientes", algunos comandantes de tropa arengaron a sus soldados con la promesa de una victoria segura. Más está por ver, quien es quien en el final de esta trama quijotesca.



En esencia,podría concluirse que, tal y como afirma Andrew Nathan, "China no apoya ningún sistema de valores" (entrevista realizada por Xavier Mas De Xaxàs), y cree que nunca asumirá los valores occidentales de respeto a los derechos humanos y las libertades civiles. Los chinos dan la sensación de que nunca están a favor de nada que no sea su propio interés comercial. Son muy pragmáticos. Y se quedan solos frente a la alianza occidental de valores. Es cierto. China no apoya ningún sistema de valores. Los chinos no defienden nada y les va bien. Y, de esta manera, se han convertido en la gran amenaza a los valores occidentales. En los años 90, se pensaba que todo el mundo aceptaría el sistema liberal democrático, que los derechos humanos lograrían un consenso universal, y ahora está claro que no. Más países piensan que la democracia y los derechos humanos son una superstición. Pero no creo que Occidente pueda entrar en una confrontación comercial o política con China ya que tienen más de 2,3 billones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense, que le sirven para mantener bajo el valor de Yuan.
P.D.:
Tras la publicación de los resultados de los "stress-tests" de la banca europea (alemana, es especial)y española, y el efecto griego en ciertas economías supuestamente robustas.