12/1/11

Tiburones financieros (I)

Este artículo va a ser largo (en continuaciones). Intentaré aventurar lo que puede pasar, y por qué debería de pasar, aunque suene un poco a oráculo.
En principio, si habeís seguido mis publicaciones anteriores relacionadas con el área económica, China sigue marcando, de forma inexorable e inmisericorde (así como se trata a sí misma -su pueblo-, trata a los demás), el ritmo de la economía mundial.
Se pasó por España su futurible primer ministro a vendernos "castañas pilongas" como balsamos de "fierabras", y las aletas dorsales de distinto pelaje decidieron enfilarnos en su punto de mira (por si todavía había alguien que no nos tenía en el entrecejo). Acto seguido, el "armagedeon" se cernía sobre nuestro vecino mientras nosotros remojabamos de nuevo nuestras barbas (ya, mohosas de tanto porfiar).
Cuando ya todo parecía perdido, y ninguna acción era recompensada más que con la ignominia, aparecieron de la nada, pues nada hacía preveer su aparición. Pero, allí estaban. Durante años se había especulado en relación a su falta, como el inicio que precede al fin, y el alpha al omega, después de haberse puesto la luz para todos en esta tierra, lo normal es que volviese a resurgir con fuerza el país del sol naciente:JAPÓN.