En un periódico de España, un articulista ha vuelto a teorizar sobre la catalanidad vs genovesidad de Cristóbal Colón. La cuestión no pasaría de ser una controversia transfronteriza menor, sino fuese por los argumentos que plantea el articulista. Según éste, "... los más obstinados defensores de la genovesidad de Colón, aparte de los italianos, habitan en España y son personas a las que el patriotismo español les supura por los poros (Quim Monzó, dixit)". La contundencia de dicha afirmación, plantea serias dudas en cuanto al objeto y/o finalidad de los estudios sobre la filiación nacional del famoso navegante. Más bien, se aprecian
posiciones sociales reactivas y/o refractarias al objeto de estudio, el cual pasa a segundo o tercer plano, a no ser que pueda utilizarse como arma arrojadiza en la dialéctica belicosa de los enemigos interiores ajenos al campo científico de la investigación “per se”.
Es en esta arena crepuscular, en donde se está librando el auténtico combate de las ideas, de los deseos, de los vínculos de adscripción psicosocial del personaje histórico, en busca de su postrera conquista, y su uso partidista, a expensas de su universalidad.
Esas peronas que odian tanto a Catalunya, no tienen patriotismo por ningún sitio, pues lo que quieren es hacerle daño al país y, a la vez a Cataluña. Según ellos no quieren que Cataluña consiga nada bueno, solo quieren hundirla. Si fueran personas senssatas y con un poco de inteligencia no cometerían esos disparates en contra de su propio país.
ResponderEliminarEsas personas que odian tanto a los catalanes no tienen sentido común, porque no se puede odiar a los demás y pretender su cariño, ya que si tu odias no te podrá querer nadie pues te pagarán con la misma moneda.
Es curioso como un estudio tan "anecdótico", genera una polémica tal. Totalmente de acuerdo con tus comentarios Jordi. Además, es vergonzante que se dispute la filiación de alguien que, con un poco de perspectiva crítica, podríamos calificar de genocida y que poco tenía de descubridor ("Él no descubrió América. Un siglo antes habían llegado los polinesios, cinco siglos antes habían llegado los vikingos, y trecientos siglos antes que todos habían llegado los más antiguos pobladores de estas tierras, a quienes Colón llamó indios, creyendo que había entrado al Oriente por la puerta de atrás" Eduardo Galeano).
ResponderEliminarSi no hubiera sido por Colón, lo que vosotros llamais America, hoy día sería de otra manera. Estoy seguro que los pueblos andinos (Incas), centro-americanos (mayas, aztecas, etc.) y, norte-americanos (siox, etc.)habrían hecho las cosas de otra manera. Mucho mejor que los españoles, portugueses, ingleses y, franceses.
ResponderEliminarQue boludez. No tenés los gallegos otra cosa que hacer que decir boludeces. Pensás con el horto.
ResponderEliminarEstoy deacuerdo con Roc. De que presumen los españoles o italianos, sino la puerta estaba abierta para quien le apeteciera entrar. Lo que se llama America, no fue descubierta sino ultrajada. Y encima, los europeos peleándose por presumir de los asesinatos en masa y el grandioso robo y esclavización de los pueblos y naciones que vivían en lo que ustedes llaman las americas. De que presumen, pues. Porque se pelean entre ustedes.
ResponderEliminarEn el comentario de Tony, podría decirse que el planteamiento propuesto en mi artículo, puede verse desde la óptica de la inteligencia emocional golemaniana.Es decir, la percepción de un hecho constatable, impacta en nuestra psíque de maneras distintas en base a nuestra afinidad perceptiva. Es, pues, una percepción sensorial la que nos inunda de sensaciones inequivocas al cerciorarnos de que, nuestro propio efecto pigmalión resurge con fuerza cada vez que nos topamos con certezas cognitivas ya imaginadas.
ResponderEliminarRoc nos demuestra, que las gafas para mirar la história y sus acontecimientos, no tienen una sola graduación.Y, a la vez, nos informa de posibles centros gravitacionales de discrepancia perceptual histórica, además de posibles usos modales y factuales de aquello que, para muchos o quizás unos pocos, pueden representar las certidumbres de una vida, o quizás muchas más.
ResponderEliminarEn esta línea, Néstor nos está ilustrando, para quien quiera mirar, con la posibilidad histórica y los frutos derivados de tan loable planteamiento, tan alternativo como motivador. No es que hubiese sido otro, el devenir histórico derivado de acontecimientos subjetivos percibidos y, sobre todo, explicados de distintas maneras, sino que la pregunta sería la siguiente: ese otro devenir histórico ¿tendría menos aristas perceptuales que el actual? ...
ResponderEliminarEn todo caso, y seguramente, la luz que se reflejase de sus múltiples angulosidades, al alejarse de su orígen, se adentraría en el paraíso de las sombras, donde todo es, y nada existe.
Para nuestro amigo Anónimo, tan sólo recordarle que, mientras exista la palabra, nos podremos respetar. Mientras los confines de las ideas, no sobrepasen el lindar de la necesidad, las personas, entre llantos y sonrisas, podremos pararnos a hablar.
ResponderEliminarQue más dará que unos o los otros se peleen por que sea catalán o genovés. Al final, el Colón no les dará de comer, ni a los unos, ni a los otros. Así que, por qué no dejan ya de pelearse por nada, y le dedican más tiempo a sus famílias. Creo yo que, si no, no se podrán relacionar nunca en paz. Eso ya pasó hace mucho tiempo, ya no se tienen que enfadar.
ResponderEliminarSaludos
La verdad que no entendí muy bien lo que quiso decir usted con su respuesta.
ResponderEliminarEl comentario que me estas diciendo, me lo puedes decir de otra manera para que yo pueda entenderlo perfectamente, porque yo no soy una persona que haya estudiado mucho, y mis estudios no estan suficientemente desarrollados para comprender lo que tu me estas diciendo. Por eso yo me abstengo de decir nada en contra tuya, ni de nadie, porque en mi comentario, mi punto de vista se entidende correctamente.
ResponderEliminarLa verdad, Rufino, es que la competencia entre machos adultos de la manada, es algo intrínseco en nosotros, es decir, que lo llevamos en los genes desde hace millones de años, y lo reafirmamos diáriamente. Es una necesidad humana, el enfrentamiento, por el enfrentamiento. Lo bueno, es que en la sociedad actual existen muchos lugares normalizados (deportes, economía,religión, ideológicos, etc.) en los que poder comportarnos como los animales (a veces no tan racionales) que somos.
ResponderEliminarNéstor y Rufino, tenéis toda la razón del mundo, y, a veces, establezco circunlóquios (hago reflexiones en voz alta, y en este caso con la palabra escrita) conmigo mismo. En todo caso, mi respuesta a vuestros comentarios trataba de establecer la forma en que las personas nos acercamos a la realidad, en éste caso histórica.
ResponderEliminarPues bien, las personas a las que hace mención Quim Monzó en su artículo (comentado por mi), tienen una tendencia enfermiza (según el autor) a negar cualquier avance postivo para Cataluña.
En mi comentario destaco éste hecho pues, daría igual el campo de estudio que se tratáse pues las gafas de mirar de estos señores de Madrid, siempre tratarían de hacer daño o dejar en desventaja a los catalanes del presente, pasado y futuro. Es su forma de combatir socialmente, y así encuentran un sentido a sus pulsiones heteroagrasivas innatas.
Por otra parte, si Colón no hubiese "descubierto" las américas, y tampoco lo hubiese hecho ninguna otra persona hasta que las naciones autoctonas se hubiesen desarrollado de manera tal que hubiesen podido hacer frente a cualquier intento de conquista, seguramente estaríamos hablando de un mundo totalmente diferente, pero diferente en qué sentido ...
Espero haber sido esta vez, más claro que en mis intervenciones anteriores.
ResponderEliminarGracias a todos por vuestras colaboraciones
Hola Jordí,
ResponderEliminarHa sido un placer conocerte en el cibernarium. Ya estoy leyendo el libro del pensamiento salvaje de levi straus. Es interesante. Nos veremos..
saludos,
Diana
Hi Diana,
ResponderEliminarencantado de volverte a saludar. Espero que el libro te genere muchas dudas, plantee preguntas interesante y, disuelva muchos nudos conceptuales en los que nos vemos envueltos, de vez en cuando, las personas inquietas, curiosas y aventureras (en la búsqueda de la última frontera: nuestra mente).
Ahora me despido de una periodista profesional, competente, y con un fino sentido crítico de la realidad que nos rodea.
Hasta otra ocasión.
demonia blanca: una voz popular dijo... navegante no hay camino, solo estelas en la mar...
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